Existe una leyenda que habla de un hilo rojo que nos conecta con las personas más importantes de nuestra vida desde que nacemos. El hilo puede tensarse, enredarse, acortarse… Pero jamás se romperá.
La leyenda del hilo rojo tiene un origen oriental (Japón) y se ha vuelto muy popular y conocida en occidente. En los tiempos que corren, hemos considerado importante recordarte que siempre estarás conectado a las personas más valiosas de tu vida, siempre estarán contigo, pase lo que pase.
Esta Navidad es la más atípica que vamos a vivir. Muchos estaremos lejos de los nuestros y no podremos evitar sentir añoranza, nostalgia y cierta tristeza. Pero, don’t worry, en serio, esto no durará eternamente y pase lo que pase, los tuyos estarán siempre contigo.
Atiende a esta leyenda, la del hilo rojo, porque te recuerda que aunque todo parezca liado, tu camino siempre está conectado y unido a tus seres más queridos, ya sean almas gemelas, amigos, familiares y/o otras personas importantes en tu vida.
LA LEYENDA
“Hace mucho mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia.
Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo.
Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta dónde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja. Este empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Luego, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.” (Fuente: Una Mente Maravillosa).
TU HILO ROJO
Cuentan también, que en el momento en que nacemos, un anciano que guía nuestro nacimiento desde los cielos, nos ata un hilo rojo invisible a nuestro dedo pequeño del pie. Este dedo tiene una terminación sanguínea que nos conecta con el corazón. Este hilo va conectado con esas personas con las cuales estableceremos vínculos muy importantes y significativos.
No importa si te pierdes mientras recorres tu camino de vida, tu hilo rojo estará presente y te guiará hacia esos seres queridos, los que te acompañarán pase lo que pase. No importa la separación, no importa la distancia, aunque te encuentres lejos de los tuyos, un vínculo invisible te conecta a ellos, sobre todo en estas Navidades.
Así que, ten confianza, ten paciencia, porque el reencuentro está asegurado. Y nosotros ahí estaremos para recordártelo las veces que sea necesario. Recorre tu camino con confianza, porque tu conexión directa con los tuyos jamás se romperá y siempre estarán contigo, más lejos o más cerca, pero ahí estarán.
Paredes, estuvo, está y estará siempre contigo.